Gaudiano y el deslinde

Como resultado del desgaste natural de someterse al escrutinio ciudadano desde la administración de los recursos públicos, en los últimos 18 años los gobernadores priístas favorecieron la elección como candidato al gobierno a una persona ajena al gabinete.

Roberto Madrazo escogió a Manuel Andrade, diputado local y presidente de la entonces Gran Comisión del Congreso. A su vez, Andrade apoyó a Andrés Granier en el 2006, porque éste se había ofrecido entre los electores como una especie de candidato ciudadano poco identificado con el PRI.

En 2012, el químico intentó romper la regla, y promovió hasta con los dientes a su ex secretario de Salud, Luis Felipe Graham, pero el CEN del PRI se decantó por la candidatura de Jesús Alí, alcalde de Centro con licencia, a quien los ciudadanos le cobraron en las urnas su pobre desempeño en el Ayuntamiento.

Curiosamente, en su momento cada uno de los gobernantes ha decidido no impulsar a un candidato que emerja de su gabinete. Es como un castigo natural que ser parte del gabinete impidiera ser agraciado con esa candidatura, la más pretendida por todos, la verdadera joya de la corona.

También pasó ahora, con un gobierno del PRD. Arturo Núñez favoreció los acuerdos para que la postulación de Gerardo Gaudiano no rompiera la unidad en el PRD. A Gaudiano, por supuesto, también se le ve muy distante del gabinete de Núñez, tanto así que no era el favorito. Si al PRI le pesa el lastre llamado Enrique Peña y la poca afinidad de los militantes de ese partido con José Antonio Meade, en Tabasco Gaudiano se deslindará en cualquier momento de la administración estatal.

Es un primer reto de campaña en el intento de recuperar el terreno perdido.

LA MORRALLA Nadie se sorprenda si ve a Liliana Madrigal trabajando para el PRI, pero en el Estado de México. No hará campaña por Gina ni por Candita *** «Jaime Mier y Terán trae estructura electoral. Adversario de cuidado, me dice un morenista de la capital sobre el candidato de PRD-MC-PAN a la alcaldía de Centro.