Vector X – Luis Antonio Vidal @vidal_38
Una vieja lección de política advierte que el gobernante, en los días críticos de la designación del candidato de su partido a sucederlo, debe atender una regla fundamental: no tener más de tres candidatos.
Si son sólo dos, el perdedor puede dividir al partido; si son más de tres, se atomizan los apoyos, decía el ex presidente Miguel de la Madrid.
¿Qué sucedió en el PRD? Que el proceso interno de selección de su candidato a la gubernatura, de diciembre pasado, permitió la participación de seis aspirantes, algunos sin posibilidad alguna de ganar, y se fracturó la endeble unidad de ese partido que hoy pelea por recuperarse de ese plomazo entre ceja y ceja.
De los seis aspirantes, tres se han hecho a un lado, como el diputado José Antonio de la Vega, quien no mete las manos por Gerardo Gaudiano.
El ex alcalde de Centro combate además el sabotaje de algunos funcionarios, como el secretario de Educación, Ángel Solís, quien hace todo cuanto está a su alcance para crear conflictos y así el voto de castigo alcance al PRD.
Agustín Silva también puso su grano de arena cuando era secretario de Comunicaciones y Transportes con el escándalo del pirataje y la irritación de los taxistas.
La lista es larga. A los maestros no les pagan, los policías andan inconformes, los taxistas echan lumbre, los empresarios andan tronados por adeudos con el gobierno y la obra pública casi paralizada.
La corriente de la indignación se convierte en válvula de escape contra el gobierno y el candidato de su partido quien ni vela tiene en ese entierro.
¿El sabotaje es premeditado o circunstancial por la crisis económica? Quién sabe, pero pocos se tragan ese cuento que asesores de Meade se equivocaron al tuitear que varios perredistas apoyan a Morena.
LA MORRALLA
A punta de tablazos reclusos del penal de Cárdenas recibieron a los asesinos de un niño. Es lo menos. Ya lo escribió Lucas en el Evangelio «ay de aquél que escandalizase a un niño, mejor le fuera si se le atase al cuello una rueda de molino y se le arrojase al mar». *** Hasta el domingo.