- «Claudia Sheinbaum ya dijo que en Morena no hay pedigrís de fundadores”, revela en entrevista para Vector X
- “A mí me tocó luchar por lo que ahora tenemos. Imagínate ser de esa generación que aportó su granito de arena para lo que Andrés está construyendo”, recuerda el político originario de Jonuta
- Habla de Adán, Claudia y de los otros finalistas en el proceso interno de Morena
- Acepta que el tema del género se puede dar «es una lucha que se debe respetar a favor de las mujeres«
- Aquella carta de AMLO del año 2003
Por: Luis Antonio Vidal/@vidal_38
Raúl Ojeda Zubieta es un hombre curtido en política. Empuñó tres veces la candidatura al gobierno de Tabasco cuando ser opositor significaba luchar contra un sistema en cuya decadencia seguía siendo poderoso y avasallador.
A 17 años de su última postulación electoral, el tiempo y las circunstancias lo han regresado al primer plano de la política estatal y disputa, junto a cuatro compañeros morenistas, la Coordinación Estatal por la Defensa de la 4T o, lo que es lo mismo, la candidatura de Morena a gobernar el edén.
Hablar con Ojeda es adentrarse en un mundo sui generis, empezando por su oficina del número 431 de la calle 5 de mayo, en el corazón de Villahermosa. Ahí, en el antiguo sanatorio del doctor José Manuel Mayans Victoria, su oficina se viste de recuerdos, antigüedades, fotos y peculiaridades.
Dos sillones de peluquero, de esos antiguos, sirven de asientos para los visitantes frente al escritorio del anfitrión quien, sentado en una silla de madera con tejido artesanal, disfruta conversar compartiendo su pasión por la ganadería, la agricultura, los negocios y, por supuesto, la política.
En la charla, Raúl siente que el proceso morenista es, para él, una nueva oportunidad en política y reflexiona “estábamos en otras actividades entendiendo que era tiempo de participación de otros perfiles, sin embargo, (se han dado) las circunstancias que tú sabes que en política son vitales”.
Habla de su paso como delegado de Morena en Morelos y la invitación recibida para ser consejero estatal en Tabasco del mismo partido marrón. Y reconoce: “Me cae en suerte ser presidente del Consejo Político Estatal”.
De pedigrí y el hueso sin carne
Raúl da por terminado el debate sobre una supuesta ventaja de fundadores de Morena sobre otros militantes: “En un discurso interno, Claudia Sheinbaum nos dijo ‘¿Tengo pedigrí por ser fundador? Eso no nos da ninguna ventaja, todos somos iguales. Nadie puede ganar por sí solo, no tenemos pedigrí por ser fundadores’. Entonces eso quedó bastante aclarado”.
-¿Hay piso parejo?- pregunto ante lo que se dice, se sabe, se murmulla.
-Sobre eso hemos hablado mucho y hay un compromiso de no denostar ni exhibir alguna irregularidad que percibamos; y que se haga en el marco del Consejo Nacional de Elecciones. Ahorita así están las condiciones y así las aceptamos… y le entramos.
-Le tocó la época de las vacas flacas y de las luchas fuertes…
-Decía Galileo Cabrales “cuando el hueso no tenía carnita nadie quería entrarle”. A mí me tocó entrar en un parteaguas en Tabasco porque el movimiento y la fuerza que Andrés representa es incuestionable, pero había resistencias de los sectores económicos y sociales a esa visión que ellos señalaban equivocadamente de extrema.
Unos amigos, otros no tanto
Ojeda se siente fuerte, animado y optimista. “Entré tarde y según yo ya los alcancé. Caballo que alcanza gana”, aunque también plantea otra posibilidad: “Se puede dar cualquier situación; el tema del género (se puede dar), es una lucha que se debe respetar a favor de las mujeres. Y si en esa decisión, aún ganando yo, me pide mi partido que ceda el espacio a una mujer, lo hago con gusto, convencido lo que significa este movimiento”.
-¿Son sus amigos quienes participan?
-Tuve una buena relación que espero que en algún momento se reactive positivamente con Javier May. Con Mónica Fernández nos tenemos aprecio y cariño. Con Yolanda, fui muy amigo de su padre, curiosamente no siendo contemporáneo mío me invitaba a unas reuniones (hace tiempo) donde asistía el doctor Piña, su papá, David Gustavo, el doctor Gutiérrez, Manuel Calcáneo… se reunían periódicamente en La Lupita de Astapa.
De Yolanda sigue hablando: “Se casó con un amigo entrañable, Lácides, con quien establecí una buena relación y me apoyó en tiempo político. A Yolanda la conocí en consecuencia, una mujer muy preparada, cercana siempre a la administración.
-¿Y con Oscar Cantón?
-Tenemos una relación institucional, hasta ahí lo que significa institucional. Si él sale “Señor gobernador”, y si yo salgo espero también “señor gobernador” con respeto mutuo y en lo que podamos auxiliarlo, si sale, contará siempre con una actitud consecuente de mi parte.
Me tocó luchar por lo que ahora tenemos
-¿Cómo se espera que termine este proceso?
-Que salgamos unidos
-Pero no hay unidad…
-Sí la hay. A veces en la competencia… no podemos dejar a un lado lo que representamos los tabasqueños, somos a veces más pasión que cabeza (risas). Tenemos que ir ponderando… a mi edad las cosas se ven de otra manera. Es diferente el Raúl Ojeda del 2000, 2001 y 2006 que el de ahora. Tengo mayor experiencia, mayor conocimiento de mi estado, de lo que hay que hacer, cualquier sacrificio (…) lo hice cuando no teníamos nada, me jugué el todo por el todo. Ahora que somos gobierno con mayor facilidad…
El originario de Jonuta no hace pausas: “A mí me tocó luchar por lo que ahora tenemos. Imagínate ser de esa generación que se sabe que aportó su granito de arena para lograr lo que ahora Andrés está construyendo… yo me doy por bien servido”.
-¿No hay deuda con Raúl Ojeda?
– No, de ninguna manera. Agradezco a la gente que así lo ha expresado. No me deben nada, yo le debo al movimiento mi cambio de fondo y mi forma de ser. Ahora soy más sensible a las cosas que lastiman a la mayoría. Cuando estabas en una posición no alcanzabas a visualizar el drama y el problema de la gente (…) pobreza, falta de medicamentos, educación… al interiorizarse en este movimiento y andar a ras de suelo, te quiebras y tienes que actuar. Yo me sumé cuando no había nada y había que jugarse el todo por el todo. Yo me sumé y ahora estoy aquí en las condiciones de si soy útil, aquí estoy. Me siento en condiciones óptimas para servir a cabalidad a mi estado y tener la visión que permite la fusión de todos los esfuerzos para que la sociedad en su conjunto avance.
La carta de AMLO
-¿Lo sigue queriendo Andrés Manuel?
– Sin duda, ahora explotan para golpearme el famoso tema del “mapachón”, pero es un asunto de una gente que quiso ganar gracia en la competencia local en Jonuta y le dijo que yo había metido las manos (en una elección). Él sabe que soy una gente de principios y todo quedó aclarado.
En eso, Raúl se levanta de su asiento y busca algo en su oficina. Es una carta enmarcada. Está firmada por López Obrador y dirigida a Rosario Robles Berlanga, presidenta del CEN del PRD. Tiene como fecha el 24 de marzo del año 2003.
“Hazme el favor de leerla” le pide a quien esto escribe y lo hago en voz alta. A la letra dice:
“Como tú sabes, conozco a Raúl Ojeda desde hace muchos años y me une a él no sólo la amistad o el paisanaje, sino la idea de cambiar la lamentable realidad de injusticia y corrupción que impera en Tabasco.
“De Raúl sólo tengo, entre otras cosas, el recuerdo de su actitud solidaria cuando iniciamos en 1988 el movimiento democrático de Tabasco. En ese entonces, aunque militaba en el PRI, nunca nos recriminó y fue de los pocos que vio con simpatía nuestro naciente movimiento.
“Al paso del tiempo, como es un hombre inteligente, con convicciones y arrojo, abandonó el PRI y tomó la decisión de luchar por sus ideales desde las filas del PRD.
“Lo demás es ya conocido por todos. Yo sólo doy mi testimonio y recomiendo ampliamente a quien considero un hombre con vocación democrática, un político con sensibilidad social que ha sido, es y será una pieza clave para la consumación de los cambios que demanda y merece el pueblo de Tabasco”. Rúbrica de AMLO.
Termina la lectura y se le ve a Ojeda realmente emocionado, conmovido, sensible a ese recuerdo. Sus ojos no mienten.
De Adán y Claudia
-¿Y con Adán cómo se lleva? Se habla de los adancistas…
-Soy amigo de Adán, pero no formo parte de su grupo político histórico. Hay gente valiosísima como Jaime Lastra, Caliche, Luis Romeo, Hernán, Ramiro Chávez. Con él tengo una relación de amistad y de afecto y reconocimiento. Tenemos una relación de amigos muy importante. Extraordinaria, abierta, franca, de amigos.
-¿Y con Claudia Sheinbaum?
-Tengo una relación de afecto de muchísimos años. Ella venía a ayudarme en el 2000 y 2001. Yo fui a su toma de protesta, había la idea de invitarme a participar con ella en el gobierno de la Ciudad, pero el perfil de lo que buscaba no encajaba, pero nuestra relación de afecto es entrañable; (en el reciente proceso de Morena) yo estaba comprometido con mi amigo Adán y me parecía indebido lo que muchos otros hicieron, hacer un acto de deslealtad.
-¿Hizo lo correcto al apoyar a Adán?
-¡Sí, claro! Creo que la propia Claudia hubiera puesto en entredicho mi honorabilidad y lealtad si a la mitad del camino me cambio y me voy con ella, ni lo hubiera yo planteado. Bien merecido donde está ella, va a ser presidenta de este país; las relaciones cercanas y familiares se mantienen, no puedo externarte cuál es, pero hay una relación de alguien entrañable para mí muy cercana con ella; no pretendo nada en particular.
-Estamos cerca de Palacio de Gobierno, don Raúl…
– Palacio de Gobierno está a una cuadra, pero Tabasco está en mi corazón. No cambio el Tabasco que está en mi corazón por el Palacio de Gobierno. Si se da la oportunidad, sé que haría un papel como el que los tabasqueños suponen que puedo hacer, pero si no se da aquí vamos a seguir amando a nuestra tierra y a nuestra agua. Si se dan las condiciones, serviremos a Tabasco, y si no, desde donde estemos…
-¿Tabasco es de todos?
– Es de todos… y no está escriturado a nadie en particular.
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