Vector X – Luis Antonio Vidal @vidal_38


Hoy, todos los políticos dependen del peso o devaluación de sus partidos. Cargan con la cruz de sus siglas o las usan como estandarte tipo guadalupano para ganar adeptos.

Lo más cómodo y redituable ahora es llevar en la camisa bordado el logotipo de Morena, y hablar en nombre de Andrés Manuel, así como los apóstoles de Jesús. Quizá la comparación sea irreverente para algunos persignados, pero es la verdad.

Hacer campaña por AMLO es un buen negocio. La gente ve al caudillo como la esperanza para sacar al país de la crisis.

En Tabasco pesan mucho las marcas. Pese a las resistencias de los andresmanuelistas de cepa como José Eduardo Beltrán, Javier May y Octavio Romero, Adán Augusto se ganó a pulso la candidatura al gobierno, y casi se tatúa la imagen de AMLO en el antebrazo.

Su fortaleza es, por supuesto, representar aquí la corriente del paisano. Capitaliza la marca. A Gerardo Gaudiano le tocó una etapa difícil para hacer campaña por el PRD. Hace seis años era el partido del cambio verdadero, pero el desgaste del gobierno actual obligó a Gerardo a replantear su estrategia de comunicación con un argumento justificado: gobiernan los hombres, no el partido.

Gina Trujillo apechuga el lastre de ser candidata del PRI. Acepta al partido que la postuló sabiendo la losa que ello significa.

Oscar Cantón se ha desmarcado del Partido Verde y de su candidato presidencial José Antonio Meade. Apuesta a su capital político. Y Jesús Alí usa la máscara de independiente, pero en verdad toda su carrera política se la debe al PRI y sus imposiciones.
LA MORRALLA

Hasta ex funcionarios de Andrés Granier participaron en el foro «Desarrollo Social y Cultural» organizado. Lo dicho, se recibe de todo *** «La candidatura de Mier y Terán a la presidencia municipal de Centro va repuntando en las encuestas y ya puso nervioso a sus adversarios», me asegura un politólogo bien informado. Claro, por eso la campaña en su contra *** Hasta el jueves.


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