Vector X – Luis Antonio Vidal @vidal_38
Humberto de los Santos Bertruy no se afilió a Morena cuando se abrieron de par en par las puertas del arca salvadora. Tampoco firmó el Acuerdo de Unidad por la Prosperidad y el Renacimiento de México promovido por el mesías.
Al PRD le pagó con la moneda de la ingratitud después de hacerlo candidato a la alcaldía de Centro. Nunca se afilió y esperó con paciencia, como el zorro a su presa, la oportunidad para brincar a otro cargo después de su desastrosa administración municipal, conocida como la peor en la historia.
Buscó cobijo en el gabinete del Gobernador Arturo Núñez quien, curtido en eso de tratar con oportunistas, le marcó distancia.
Con la suerte de espaldas, son estas las horas en que el señor Betruy intenta treparse al último vagón disponible en la cuadra de AMLO.
A través del PT, partido entregado a sus intereses por acuerdos inconfesables con Martín Palacios, tramó arrebatarle a Adán la candidatura al Gobierno. Fracasó su ardid, al igual que la posterior argucia por quedarse con una diputación plurinomimal.
Hoy quema su último cartucho con la candidatura a diputado federal por el sexto distrito. Hasta hace unas semanas, Morena navegaba sin contratiempos en la definición de su abanderado a esa posición, con los nombres de Mario Llergo y Jorge Bracamontes, ambos bien recibidos en ese partido.
Pero como bien dijo mi compadre El Quijote, «el diablo no duerme y todo lo añasca», de pronto y de la nada apareció Bertruy, propuesto por el PT nacional para convertirse en candidato a diputado por ese distrito, como parte de la coalición con Morena. Ahí está el atorón, porque Adán conoce a Bertruy y no le agrada la idea de verlo haciendo campaña en Centro, donde Evaristo Hernández va como candidato a la alcaldía. ¿Se tragará ese amargo buche don Adán?
LA MORRALLA
Gina Trujillo recibió de Federico Madrazo una propuesta para acordar la candidatura común PRI-Verde. Pico pidió demasiado y no hubo negocio *** ¿Dónde quedó don Candelario Pérez? Perdido pero rayado con el fondo de los moches.