Vector X – Luis Antonio Vidal @vidal_38


Sólo en las entrañas de la clase política local se conoce a ciencia cierta si existen acuerdos internos, muy confidenciales, para meterle el pie a los candidatos del Frente por Tabasco, en particular, a Gerardo Gaudiano.
Aún cuando el magma de la especulación hierve a borbotones debajo de la Quinta Grijalva, en la superficie el PRD combate deslealtades expresadas en pensamiento, palabra, obra u omisión.
No se entiende cómo, por ejemplo, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, José Antonio de la Vega, se declaró de brazos caídos en esta elección.
Después de andar por todos los municipios como quinceañera enzapatillada de la mano de Agustín Silva, no mueve un dedo por Gaudiano.
Se entiende su frustración por la derrota en la elección interna perredista, pero por un pizca de gratitud con el partido que lo hizo funcionario de primer nivel y diputado local sin mérito alguno, debería operar para el PRD a menos que tenga instrucciones superiores de no hacerlo.
Quizá este espacio no debería ocuparse de David Gustavo Rodríguez, porque políticamente representa muy poco. Pero es referente porque el sobrino del secretario de Gobierno, Gustavo Rosario, se inscribió al PRD para ser candidato a presidente municipal y tres años más tarde renunció porque nada le dieron.
Salió cuestionado como secretario de Desarrollo Económico y aún se tienen registros de diversas aclaraciones que debe realizar del ejercicio presupuestal. En su momento, el diputado local César Rojas denunció, por citar un caso, que los recursos del Fideicomiso para el Desarrollo de Empresas (FIDEET) se convirtieron en la caja chica del gobierno y cuestionó el manejo del dinero a cargo de Rodríguez.
Con toda esta carga a cuestas, Rodríguez jugueteó con el PRD, robaleó y luego dejó botada su afiliación sin recibir un apretón testicular.
¿Es acaso otro acuerdo cupular para menguar las posibilidades de triunfo de los candidatos perredistas? Así parece.
Es un juego perverso, una tolerancia imprrresio-nan-te como dice el presumido Zaguiño.

Deja una respuesta