Vector X – Luis Antonio Vidal @vidal_38
No brotó de la noche a la mañana el reclamo de los maestros. Se incubó el conflicto con la desatención del secretario de Educación, Ángel Solís. La paciencia docente se acabó esta semana.
Por bloquear dos días consecutivos la avenida Gregorio Méndez, el gobierno recurrió al desalojo de los manifestantes plantados frente a la Secretaría de Educación.
La represión a los maestros se pudo evitar pagándoles todo cuanto se les debe, ofreciendo un compromiso serio de cumplir la deuda o con un operativo preventivo para impedir que los manifestantes enloquecieran de nueva cuenta la vialidad de Villahermosa.
¿Por qué la secretaría de Gobierno no atajó desde temprana hora la idea de otro plantón? Todos fallaron, en el pago y en el manejo político.
Ayer, muchos profesores salieron a las calles para expresar una solidaridad a destiempo a sus colegas agredidos y gritaban en desentonado corillo: “¡No están solos!”.
Pero en verdad los reclamantes sí estuvieron solos cuando con sus propios medios decidieron exigir a la secretaría de Educación el pago de su salario.
¿Dónde estaban los líderes sindicales del magisterio? Pareciera que ser profesor de contrato los excluye del respaldo de los sindicatos cuyos dirigentes tampoco defienden a sus agremiados porque están maiceados por el régimen.
¿Por qué no se ve el activismo de diputados federales priistas como Liliana Madrigal o Pilar Córdova? ¿Dónde andan perredistas como Grappin, Bocanegra y otros? ¿Por qué calla el “aguerrido” Senador Mayans quien por nada usa la tribuna legislativa? ¿Cobra sin trabajar el Senador Carlos Merino de Morena?
Apenas ayer recibieron los diputados locales a una comisión de maestros quienes salieron con un costal de promesas sobre las espaldas. Atole con el dedo.
¿Dónde estuvieron todo este tiempo los diputados locales de la Comisión de Educación que preside la perredista Zoila Isidro? ¿Dónde la morenista Maria Luisa Somellera activista de AMLO?
Valientes como son, algunos usan sus redes sociales para protestar con “mucha energía”.
El silencio y la falta de mediación también son signos de complicidad.