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Luis Antonio Vidal
@vidal_38
Todos somos Pellicer
Sin buscarlo, sin proponerlo, de pronto la clase política se volvió al pellicerismo.
Bastaron, para ello, las expresiones del presidente López Obrador en su afán de reivindicar, dentro de la memoria nacional, vida y obra del Poeta de América en ocasión del 125 aniversario de su natalicio.
Y así, quienes nunca lo leyeron ni vivieron, se apresuraron a desempolvar libros, escudriñar poemas, frases, pensamientos de don Carlos para alinearse, faltaba más, a la formación cultural del jefe (a sus órdenes).
No es, sin embargo, el pasajero recuerdo de la gran obra poética y cultural como habrá de honrarse al letrado paisano. Simple moda de unos cuantos días. Después vendrá el silencio.
Debe entender a AMLO cuando busca sembrar la semilla de la inmortalidad para uno de sus maestros y establecer el tabasqueñismo como origen y eje de su visión transformadora, raigambre de la política que hoy abraza la república.
Ya sabrán lo que deben hacer quiénes, políticos o no, deseen recoger los frutos de aquella mente que dio lustre a la poesía y a su tierra de origen.
Educar con su obra es sólo parte del reconocimiento social a Pellicer. Hay que entenderlo.
Dicen que en 1967 cuando don Carlos caminó por los restos de la Escuela de Artes –destruida por un turba de agitadores enfrentada al gobierno de Manuel R. Mora– le dijo a su acompañante en clara analogía a la canción de Rodrigo Caro: “Estos, Fabio, ¡ay dolor! que ves ahora, campos de soledad, mustio collado, fueron un tiempo Itálica famosa, colonia fue por tierra derribada…”.
Dolor, el de Pellicer, ante la desgracia cultural.
Y si en vez de leer poemas cada año, se honra su memoria con hechos más que con poses.
En fin, para qué decir más, como dijo él, mi voz se hizo silencio, era el silencio horrible de los frutos prohibidos.
La Morralla
“Si yo fuera Claudia, estaría preocupada”, así remató su comentario el periodista Eduardo Ruiz Healy en su programa de Radio Fórmula después de una conversación con varios comunicadores sobre el crecimiento político del secretario de Gobernación, Adán Augusto López *** El diputado federal Mario Llergo camina en los municipios de Tabasco. No rompió la correa, trae permiso *** Y Eva se quedó con las ganas de despachar en Educación *** Hasta el jueves.